Después de muchos tiempo, los que se transformaron en muchos años de preguntarme y rebobinar lo que me paso en Puerto Ibáñez como en Balmaceda, una noche, estaba solo ya que creo que Marcela se encontraba con sus papas por vacaciones y tuve no se que, no se si fue sueño, desdoblamiento, mitad uno y otro, no se, pero así fue.
Todo estaba bien hasta cuando desperté, estaba no se donde pero estaba tendido, alrededor mió mucha gente conocida, mis hijos, Marcela, etc. Trate de hablarles pero no podía, era como si tuviera la boca pegada, peor que en la película Matriz, ya que aquí no podía mover nada estaban como cosidas, pegada ( aun no pasaban esa película en el cine ), todo era muy rápido, se movían y se retiraban , los trataba de llamar pero nada, no podía moverme, estaba anclado, anclado a mi cuerpo, pero igual veía, igual sentía, como podía ser, no entendía y por ello estaba muy desesperado.
Me llevaron como a un parque, me enterraron y no me podía mover, veía y olía la descomposición de la carne de mi cuerpo, sentía ese, pero no me podía mover, todo mi cuerpo era calavera, lo vía y yo sin moverme, luego los huesos se comenzaron a volver polvo pero hasta que el ultimo hueso de mi cuerpo no lo fue, no me pude desprender de el y así luego despertar.
Cuando desperté, estaba como sobre saltado, y comprendí ahí el porque no me había suicidado en Pto. Ibáñez, el ver a mis hijos y mujer ahí, solo representaba el lazo familiar por alguien y el resto es casi seguro de que fue algo que viví o mas bien dicho aprendí después de vivirlo y por ello quien se suicida es tan fuerte la lección que es muy, muy difícil el que lo vuelva a repetir, claro esta eso si, de que como dejo el curso antes, tendrá que pasar por lo mismo y así pasar el control, como además según como me explicaron, cuando alguien pasa por esa situación, en menos de 1 segundo tiene a lo menos 7 salidas ala situación en que estaban y no requería así el dejar el cuerpo antes que dios padre dispusiera de ello.